El phising: Su nombre fue elegido por la similitud con la palabra inglesa referida a la tarea de pescar en inglés, fishing. Básicamente, recibimos emails en los que se nos informa de que les falta algún dato en concreto. Al acudir a la página que nos indica, nos encontramos con una web que parece la original, con un campo en el que poner el dato requerido. En ocasiones es nuestro teléfono o la dirección postal. Pero a veces son el usuario y contraseña de una cuenta bancaria, o incluso de servicios web como Amazon u otras tiendas online. Hay que tener mucho cuidado, y comprobar que el lugar en el que estamos, en realidad, pertenece de verdad a una compañía de confianza. Por otro lado, una empresa confiable nunca nos pedirá ese tipo de datos por medio del correo electrónico.
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