El mercado de la telefonía móvil es uno de los de mayor proyección de futuro, aunque también se está conviertiendo en uno de los más saturados en cuantos a opciones de operador.
Y ahora en España hay una compañía más: Truphone.
Se trata de una empresa de telefonía británica fundada en 2006 por James Tagg, dirigida por Steve Robertson en calidad de CEO y en la que incluso ha invertido el magnate Roman Abramovich.
Se define a sí misma como “el único operador de telefonía móvil del mundo con una infraestructura de red global unificada que te permite ampliar las fronteras de tu territorio de origen más allá de un único país”.
O, lo que es lo mimo, como una compañía que ofrece sus servicios sin el lastre del roaming, de modo que “puedas ir a donde quieras, y pagar un precio justo por voz, texto y datos”.
La compañía tiene entre sus principales accionistas al magnate ruso Roman Abramovich, famoso por ser dueño del Chelsea en la Premier League de fútbol y que hizo su fortuna con la petrolera Sibneft. El empresario invirtió a principios de año 70 millones de libras (unos 82 millones de euros) en Truphone a través de su vehículo inversor Minden, que le otorgaban un 23% del capital. Con la operación, que valoraba la empresa en 300 millones, Abramovich pasaba a acompañar en el capital de Truphone a Alexander Abramov y Alexander Frolov, sus socios del grupo minero y siderúrgico ruso Evraz.
Con la ampliación de capital liderada por Abramovich, Truphone captaba financiación para acelerar su expansión internacional. En la actualidad, la compañía tiene presencia en Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Polonia, EE_UU, Hong Kong y Australia, a los que se va a unir España.
Esto se materializa en el soporte de números internacionales con tarifas locales en la SIM del cliente de Truphone, tal y como explica Europa Press, para que éste permanezca conectado en todo momento y sin tener que cambiar de teléfono o tarjeta cuando viaje.
Al parecer este soporte alcanza a un total de 220 países.
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